Fue un año muy difícil. Me encantaría decir que ocho meses después, pasó y estamos todos para celebrarlo. Pero ni pasó ni estamos todos. Hemos perdido colegas, colaboradores y afectos. Pero también hemos aprendido nuevos saberes, somos master en la rotación de colaboradores, nos capacitamos a distancia, diseñamos protocolos de salubridad, muchos debieron aislarse y condujeron sus registros por video llamada. Compartimos y contuvimos el dolor por cada pérdida.
Todo con enorme generosidad y solidaridad. La misma generosidad y solidaridad que recibimos de las autoridades de la DNRPA. No dudamos del enorme esfuerzo que implicó cada paso.
Esfuerzo que se tradujo en la incorporación como servicio esencial y la vuelta pronta a la actividad. Y que nos consta incluyó el trabajo con las autoridades nacionales y también con municipios que no permitían la circulación.
El esfuerzo logístico que demanda el cierre de un registro, la organización del sistema de turnos, y tantos otras cuestiones que fueron surgiendo y resolviéndose a lo largo del año.
Queremos agradecer a la Directora Nacional por todo esto y pedirle que transmita este agradecimiento a sus colaboradores. Desde sus correos y teléfonos particulares encontramos respuestas oportunas sin importar horario ni feriados.
Esperamos con renovadas expectativas este nuevo año, brindando por la posibilidad del trabajo conjunto con la convicción de que el intercambio de experiencias y miradas es el camino en un sistema como el nuestro, con la diversidad propia de un sistema que marca presencia en las grandes ciudades, en las pequeñas, a lo largo y ancho de nuestro extenso país.